Lo
que aquí el amigo está exponiendo es cómo la deuda soberana ha
aumentado brutalmente en la última década a la vez que desprestigia
las gestiones de los que gobernaban el Estado. Y de ahí deduce que
las políticas adecuadas son las de desregulación estatal. Las típicas; fuera impuestos, fuera trabas a la inversión, fuera gasto público,
etc. Es gracioso como compara sus bonitas propuestas con unas antitéticas
que teóricamente son las que oye cuando va por la calle. Simpático
sin duda.
Ahora bien, no hace tanta gracia que hable de la "memoria" histórica, recordándonos cómo nuestros políticos despilfarraron todo el dinero recaudado durante la burbuja inmobiliaria, endeudándonos hasta la médula. ¿Endeudándonos? Cuidado con esto. La deuda soberana es un elemento de inestabilidad brutal que no pasa por mecanismos verdaderamente democráticos a la vez que sus implicaciones afectan directamente a las condiciones materiales de los ciudadanos. La deuda soberana es la capacidad del Estado de endeudarse, pero esto tiene truco. Si los Estados no pueden devolver el dinero y se prioriza el pago de la deuda antes que los servicios públicos, estaremos dejando en manos de los acreedores la democratización de la calidad de vida, la justicia social y el cuidado del planeta. Y esto no mola una mierda.
Ahora bien, no hace tanta gracia que hable de la "memoria" histórica, recordándonos cómo nuestros políticos despilfarraron todo el dinero recaudado durante la burbuja inmobiliaria, endeudándonos hasta la médula. ¿Endeudándonos? Cuidado con esto. La deuda soberana es un elemento de inestabilidad brutal que no pasa por mecanismos verdaderamente democráticos a la vez que sus implicaciones afectan directamente a las condiciones materiales de los ciudadanos. La deuda soberana es la capacidad del Estado de endeudarse, pero esto tiene truco. Si los Estados no pueden devolver el dinero y se prioriza el pago de la deuda antes que los servicios públicos, estaremos dejando en manos de los acreedores la democratización de la calidad de vida, la justicia social y el cuidado del planeta. Y esto no mola una mierda.
Sí, eso es lo que nos está diciendo.
La
contradicción es obvia y denota la enorme opacidad entre las
relaciones Gubernamentales y las entidades financieras, usando
patrañas intermediarias disfrazadas de instituciones
estatales.
¿Qué tiene de ético salvar tus malas inversiones, como inversor, en otros países usando a los políticos e instituciones no democráticas? Nada. Así que las deudas no siempre se pagan. ¿Dónde está la deuda contraída por Alemania después de la Segunda Guerra Mundial? Condonada. Y hay muchos ejemplos a nivel Macro. Pero es que a nivel micro, invertir tiene un riesgo incomparable, debido justamente a la ausencia de relaciones y contactos con castas, élites y mafias.
En fin. Está claro que Lacalle es un lacayo de sus clientes, tan sólo es eso. Un tipo que se pasea por los platós defendiendo la ideología de aquellos que le pagan. Nada más. Pero un tipo que sabe usar el lenguaje como una prestidigitador, haciendo que relacionemos la Magia como la causa del efecto. Y por eso voy a insistir en lo que creo que es la clave de este momento histórico. Hagamos nuestro el lenguaje. Hagamos nuestros los conceptos clave. Inventemos palabras. Creemos conceptos. Luchemos por el diálogo ciudadano contra la palabrería de esta escoria neoliberal.
¿Qué tiene de ético salvar tus malas inversiones, como inversor, en otros países usando a los políticos e instituciones no democráticas? Nada. Así que las deudas no siempre se pagan. ¿Dónde está la deuda contraída por Alemania después de la Segunda Guerra Mundial? Condonada. Y hay muchos ejemplos a nivel Macro. Pero es que a nivel micro, invertir tiene un riesgo incomparable, debido justamente a la ausencia de relaciones y contactos con castas, élites y mafias.
En fin. Está claro que Lacalle es un lacayo de sus clientes, tan sólo es eso. Un tipo que se pasea por los platós defendiendo la ideología de aquellos que le pagan. Nada más. Pero un tipo que sabe usar el lenguaje como una prestidigitador, haciendo que relacionemos la Magia como la causa del efecto. Y por eso voy a insistir en lo que creo que es la clave de este momento histórico. Hagamos nuestro el lenguaje. Hagamos nuestros los conceptos clave. Inventemos palabras. Creemos conceptos. Luchemos por el diálogo ciudadano contra la palabrería de esta escoria neoliberal.
Ivonis F.López
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